6 de Agosto
6:30 arriba al lado del Hostel esta la estación de autobuses y cogemos el bus 306 que por 7 Y te lleva hasta los Guerreros de Terracota.
Que se puede contar de los guerreros de terracota, que es un sitio mega turístico, si; que están metidos dentro de grandes estructuras de hormigón, si; que falta muchísimo por desenterrar y restaurar, también; pero también que son impresionantes, que es una obra digna de emperadores megalómanos, ver un ejercito entero a tamaño natural, de cientos de guerreros todos diferentes, arqueros, lanceros, infantería, caballería, altos, bajos, gordos, flacos, todos ellos con caras únicas, seria bonito que te dejasen bajar y poder pasear entre los guerreros pudiendo apreciar mejor su tamaño o sus rasgos, pero aun y todo desde mi punto de vista, una visita obligada, para contemplarlos y poder imaginar la grandeza del Imperio Chino.
Después de vuelta en el 306, hemos parado en las Termas del Emperador Quin.
Es mas bonito el entorno donde esta situado y las antiguas termas, que el palacio en si, ya que a estas alturas del viaje hemos visitado varios palacios y este esta totalmente restaurado, aunque no deja de sorprender lo cuidado de sus lagos y jardines y sobre todo la extensión de todos los palacios de los emperadores.
De vuelta en Xi'an cogemos esta vez el bus 41, 1 Y, que nos acerca a la Pagoda de La Oca Salvaje, ni hemos entrado, la hemos visto por fuera y hemos paseado por los parques y calles de los alrededores, y de allí hemos vuelto andando al Hostel.
Craso error, a medio camino hemos encontrado un mercado de productos frescos, y vuelta al papeo, pizzas chinas, rollitos de patos, pasta, bizcochos, pasteles y eso que son solo las 6 de la tarde, menos mal que la gastronomía es cultura ...
De vuelta al hostel, que por cierto esta bastante lleno de españoles, a por las mochilas. Y de allí derechos a la estación, ya que a las 9 cogemos el tren, que según horario nos dejara a las 5:30 de la mañana en Louyang.
Nuestras literas están ocupadas, pero no pasa nada, el revisor tras dar dos meneos a las dos pequeñas que las ocupan, nos sonríe y nosotros tardamos menos de un minuto en estar acostados. Las pobres niñas a las que hemos despertado ya están acostadas con sus padres, así que con un poco de remordimiento, pero cansados, no tardamos en quedarnos dormidos.
Esperemos que nos despierte el revisor a tiempo....
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