2 de Agosto
6:30 de la mañana arriba, hoy visitamos "el pequeño" Palacio de Verano de la dinastía Quing, lo único pequeño aquí son los chinos, por lo menos de media, soy capaz de ver las cosas desde tercera o cuarta fila.
Grandioso, un lago enorme rodeado de palacios, los palacios unidos por paseos y corredores y todo ello dentro de un bosque.
Esta vez es más temprano y el sol es más benigno, y como hay visitas de pago, se ve con más tranquilidad. El templo de la Fragancia de Buda es precioso y tienen una vista espectacular de todo el lago.
Como algo curioso para visitar Suzhou Lu, un barrio de tiendas construido solo para que el emperador pudiese salir a comprar, los tenderos y el resto de paseantes del barrio eran eunucos de su corte, como vivían estos emperadores.
A eso de las 2 volvemos hacia Beijíng y antes de llegar a nuestro destino, saltamos casi en marcha del autobús en busca del "Bombardino Perdido" (Para los profanos en la materia, el bombardino es un instrumento musical parecido aun trompa), preguntamos en diferentes tiendas, los chinos tocan la flauta, el clarinete, el saxo y hasta el trombón, todo menos el Euphonium (Bombardino).
Sin encontrar el soñado Bombardino, pero no estando todavía ahítos de cultura china, visitamos el Parque Beihai y el Dagoba Blanco, una Pagoda Blanca erigida en una colina, con unas vistas impresionantes de la ciudad Tartara y sus lagos.
Por cierto aquí es la primera vez que Anttón hace amigos gracias a su soltura con la lengua de Shakespeare.
Cansados y hambrientos nos vamos a cenar a Dongzhimennei Dajie, típica calle llena de farolillos rojos y llena por ambos lados de restaurantes "para chinos" hoy aparte de cenar bien, descubrimos el RED STAR, un suave licorcillo de 56 grados que tras 2 o 3 chupitos, nos ayuda poco mas tarde, tras decir diferentes tonterías y echar unas risas, a dormir como dos bebes...
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